EL FINAL DE UNA MALDICION

Hoy nos tocaba examinarnos de todos los miedos arrastrados durante años, era la combinación perfecta para un fracaso seguro, partido domingo por la mañana, con lo que eso conlleva, gente sin apenas dormir, pozos que huelen a alcohol, y gente que sale al campo a dormitar. Si a toda esta mezcla explosiva, le sumamos, que estrenábamos equipaciones y que veníamos de ganar al líder, lo más normal hubiera sido un batacazo y de los gordos. Con todo esto y tras esperar a Penalva más de 30 minutos. Había nervios, para que nos vamos a engañar.
La primera sorpresa, llegamos al pabellón y caras frescas de haber dormido, gente relajado y aliento a cola-cao y magdalenas, si señor, un orgasmo de los grandes.
La segunda, sacamos las equipaciones nuevas, y todo el mundo se las pone sin inmutarse, sonrisas al ver la enseña nacional, que no lucimos por ser campeones de nada, sino simplemente, porque nos sentimos orgullosos de ser españoles. Si, somos españoles, con dos cojones y a correr, que es lo nuestro.
Con todo esto salimos al campo y nos dispusimos a jugar, con el quinteto que el martes dio significado a la expresión "agarrame si puedes", juego de primera, velocidad de balón y sobre todo seguridad. Nos encontramos a un equipo como Agustiniano, muy temeroso y encerrado atrás. Nosotros salimos de inicio, con Rober y su jornada de "puertas abiertas", Víctor, del que por fin nos han dado las instrucciones, simplemente hay que decirle lo contrario que quieres que haga. Oscar, cada día va a más. Damian, el mejor ejemplo de las "cosas son fáciles" y Martinez "mucha clase y poco trabajo", para este chico vamos a tener que ir al corte ingles para que nos cambien clase por sacrificio, aunque sea que nos den tarjetas regalo, ya las usaremos.
Empezamos tocando de un lado para otro, sin arriesgar, sin tensión como se debe jugar a esto, Agustiniano agazapado esperando acontecimientos, y ahí llego el primero, Martinez se va por la banda y le dice a su par, "espera que te lo explico", amago, pase y Victor al segundo palo a empujar. 0-1 tres minutos de partido, las cosas pintaban bien. Seguíamos controlando, pero en una jugada desafortunada, Rober despeja y le cae a un jugador local que sube el 1-1 al marcador.
Vuelta al trabajo, toque y más toque, en ese momento entraron en el partido Chino y su inseparable "soy bueno porque el mundo me ha hecho así" e Ivan con "la insoportable levedad del ser". Jugada de toque, que culmina con una bola lenta desde 15 metros, como un "pitcher" ha descordinado al portero, que ha caído al suelo antes de que llegase la pelota. 1-2
A continuación, media salida de Rober que culmina Oscar con un punterazo seco al tobillo del rival, PENALTI!!!!! 2-2, hay que joderse, tenemos que dar a la pelota, no al tobillo.
Poco después, balón que recibe de nuevo Ivan, sale de un pista americana de piernas con la pelota y el 2-3.
Idas, venidas, buenas jugadas de estrategia de Agustiniano y descanso.
Segunda parte, Agustiniano presionando y nosotros sufriendo, buen movimiento de su entrenador, que nos cambia la defensa y nos hace sufrir hasta que Chino decide explicarles como se hace esto, recorte, salgo y pego a la escuadra. "Sin tensión". 2-4
Martinez se marcha por la banda, la pone al segundo palo y entra un jugador de Agustiniano para marcar solo en propia meta el 3-5
Fallo en cadena de la defensa, un jugador de Agustiniano coge un "pollo"... y hasta la cocina. 3-4
Ellos seguían apretando y nosotros naufragando, hasta que Martinez decide destapar el tarro de las esencias de nuevo, una jugada por banda, que pone al centro para que Oscar defina con su pierna "mas mala", jajajaja, 3-6.
El 3-7 vino de un doble penalti "maravillosamente" tirado por Chino, que recogió el rechace y marcó.

Tras un continuo ir y venir, con ocasiones para los dos equipos, el partido se volvió loco hasta que en una jugada embarullada, el portero de Agustiniano coge el balón sale conduciendo, lo pierde y Chino anota desde el centro del campo. 3-8

Faltando 3 minutos, marcaron el 4-8 en un error encadenado de nuestra defensa el portero y la madre que parió al nuncio, un desastre pero ahí termino el partido.

Por fin terminamos con una serie de maldiciones, que nos perseguían desde hace años, hemos conseguido correr mas que ellas, que ya es algo. Ahora a no relajarse y a seguir trabajando, porque realmente no hemos hecho nada, simplemente acercarnos un poquito más al objetivo de la salvación, que ya acariciamos con los dedos. Así que a no relajarnos y a seguir trabajando.